1. El secreto para conseguir un buen vino es tener la mejor materia prima posible. Por este motivo, se limita la producción de uva por vid, incrementando así la calidad de éstas y se reducen los riegos al mínimo. Además el cultivo es totalmente ecológico, siguiendo los principios de este tipo de agricultura. El resultado son vigorosas vides, que producen un fruto de gran calidad.

2. Una vez la materia prima es de la mayor calidad, seleccionamos las mejores uvas de nuestras parcelas, realizando la vendimia manualmente, depositando los racimos en cajas, de forma que éstos llegan hasta la bodega intactos. Esto nos permite retrasar el comienzo de la fermentación hasta el momento oportuno y evita la aparición de productos secundarios no deseados.

3. Posteriormente, cuando las uvas llegan a bodega, se vuelven a seleccionar manualmente antes de introducirlas en una despalilladora modificada de tal forma que las uvas llegan al tanque de forma óptima para comenzar la fermentación alcohólica.

4. La fermentación se lleva a cabo en tanques de acero inoxidable, en un ambiente controlado, que nos permite alargar el tiempo de fermentación, consiguiendo extraer todos los sabores y aromas que nuestras variedades pueden ofrecernos. El vino permanece en estos depósitos hasta que se estabiliza por sí mismo.

5. Acabada la fermentación, el vino puede ser puesto en contacto con madera para redondearlo, terminar de balancearlo o envejecerlo.

6. Ya conseguido el producto final, el vino se embotella y se etiqueta, manualmente.

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